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miércoles, 17 de julio de 2013

El cartucho maldito de mario 64

Recuerdo que cuando era joven me gustaba mucho el juego de Super Mario 64; siempre lo jugaba en casa de mi tía. Un día por casualidad apareció un pop-up en el que podía pedir el juego. Normalmente no creo en estas cosas pero era tal la nostalgia, así que lo ordené y me costó unos 10 dólares; nunca más pude volver a ver el pop-up (no guardé la URL).
Después de unas semanas llegó el juego; apenas lo abrí me sentí robado puesto que en vez de estar una portada con Mario volando y un sello oficial de nintendo ví una caja en blanco con el título “Mario” escrito de mala gana y con marcador grueso, pero recordé lo importante que era el juego, así que desempolvé mi 64 vieja y me puse a jugar. Apenas empezó, vi la cara de Mario, la que podías estirar de formas muy graciosas. Estiré un poco una parte y cuando iba a estirar la oreja, el televisor comenzó a emitir estática además de algunos sonidos aleatorios y escuché una voz en japonés que susurraba y silbaba. Quité el cartucho y volví a ponerlo; no me molesté con el rostro de Mario esta vez, así que solo empecé una nueva partida.
Cuando empezó se había saltado el monologo en el que Peach invitaba a Mario a su castillo y de inmediato Mario estaba en el castillo. Se veía muy tenebroso y no se escuchaba a Bowser ni había ningún Toad con quien hablar, solo había silencio muerto y a la única puerta a la que podía acceder era la del Campo de batalla de los Bob-Ombs; ninguna otra puerta respondía a los comandos del control. 
Cuando entré a la habitación, en vez del cuadro de los Bob-Ombs había un lienzo en blanco. Pensé que eran glitches (bugs) menores que no afectarían el juego así que entré en el lienzo. Cuando tenías que elegir la misión en un fondo blanco con una estrella de mario todo se volvió negro. En lugar de aparecer el nombre de la misión apareció otro con el nombre “Volver atrás” (no se cómo si supuestamente el juego estaba en japonés)
Ahí empezó el escenario normal y creí que por fin podría jugar a mi juego favorito de la infancia con tranquilidad, pero ahí fue donde lo ví: Luigi. Nunca lo ví en el juego, además no parecía un cambio de paleta de Mario, parecía un modelo totalmente original, así que lo perseguí, pero comenzó a correr. Después todo se volvió extraño, cada vez que tomaba una moneda la música y los enemigos se volvían mas lentos y el fondo más tetrico y morbido. Cuando tomé la quinta moneda los enemigos solo se detuvieron y cayeron al piso, como si estuvieran muertos; estaba bastante impactado pero seguí buscando a Luigi.
Cuando subía la montaña, no había balas de cañón bajando e intentando golpearme y para este punto ya no podía ver a Luigi. Seguí subiendo; hasta que llegué a la cima. No ví a Luigi en ningun lado ni tampoco al rey Bob-Omb, solo una pequeña cabaña. No habia ningun objetivo así que entré en la cabaña.
Apenas la puerta se cerró apareció la imagen de Luigi colgado, que fue acompañada por un horrible chirrido muy aterrador junto a un sonido de un piano. Mario comenzó a sollozar como por 5 minutos y luego la pantalla se desvaneció para sacar a mario de la pintura, y en lugar del lienzo blanco, apareció la imagén de Luigi colgado. La habitación cambió: ahora era una pequeña habitación con Toads con expresiones y túnicas blancas; del otro lado había una nueva imagen. Era de mi familia, pero era muy reciente; recuerdo haber posado para ella la semana pasada. Estaba muy asustado, no había forma de que jugara eso. Intenté apagar la consola, quitar el cartucho y nada, el juego seguía ahí intente desenchufar el televisor y la consola pero estaba condenado a jugar, asi que salté al cuadro. La unica misión disponible se llamaba: “corre, no hables” y el único objetivo era “dejémoslo ir”
El escenario era un montón de plataformas sobre el agua y ví un bulto negro; un fallo no sé. Nisiquiera parecía un modelo terminado, se movía sin dirección ni objetivo. Estuve saltando de plataforma en plataforma sin objetivo ni final, Mario solo corría en círculos. Podría haberlo hecho por horas hasta que el bulto negro lo alcanzó. Mario no gritó ni se opuso solo se dejó consumir y perdí una de mis vidas. Después Mario salió disparado de la pintura, pero ésta vez algunos Toads desaparecieron y la foto de mi familia parecía la misma, pero nuestros cuerpos se veían parcialmente descompuestos. Parecía demasiado real para ser photoshopeado, como si alguien hubiera tomado una foto de nuestros cuerpos. Volví a saltar al cuadro; la misión ésta vez se llamaba “estoy por aquí“, escrito así exactamente (según el juego estaba en japonés, yo no se ahora)
Ésta vez la habitación era oscura sin ningun lugar a donde ir, solo estaba Mario y un piano que se acercaba a él. Sabía que debía correr del piano loco que quería matar a Mario, pero no había ningun lugar a donde ir; tuve que dejar que mario recibiera el daño, pero en vez de la secuencia de muerte de siempre, esta vez Mario cayó al piso y comenzaron a salirle las tripas y mucha sangre. La cámara se colocó de forma que se viera desde arriba a mario muerto y, derrepente, la pantalla completa enseñó la escena de manera fotorealística del cadaver de Mario. Empecé a llorar silenciosamente.
Mario salió disparado de nuevo de la pintura. Ésta vez, los cuerpos se veían más y más descumpuestos, demasiado repulsivos, agujeros en la carne, las tripas saliendo y mi padre tenía un globo ocular fuera de su cuenca. Derrepente vi la imagen del castillo de Peach en ruinas, los campos incendiandose y el cielo se tornó negro. Se escuchó la voz de Bowser: “NUNCA PODRÁS SALVARLA” (insisto que el juego debería estar en japonés), luego vi la imagen de Peach sin ojos, solo agujeros negros y abrió la boca para un espeluznante susto. Entré por ultima vez al cuadro; no había nombre para la misión, solo logré leer “Bucea” y aparecí en un océano, pero no había ningún objetivo. El agua estaba oscura y vacía, no habían peces ni nada. Nadé y nadé por 10 minutos, pero cuando no consegui nada subí, hasta que Mario fue tragado por un pez que apareció de la nada. Luego apareció una pantalla en la que se leía “Juego Acabado” y ví la foto de mi familia pero esta vez eran esqueletos muy reales. Intenté acceder tres veces a la partida pero no lo logré. Abrí otra partida, pero esta vez la foto de los esqueletos no se parecia a la primera… como si fuera otra familia.
A partir de ahí jamás volví a jugar el juego. Quemé mi consola junto con todos los cartuchos, sin embargo la imagen de mi familia muerta me persiguió por el resto de mis días.

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